lunes, 18 de agosto de 2008

El keniata Kiprop gana el oro en los 3.000 obstáculos

PEKÍN (Reuters) - El keniata Brimin Kiprop Kipruto ganó el oro en la prueba masculina de los 3.000 metros obstáculos de atletismo en los Juegos Olímpicos de Pekín, con una marca de 8'10"34.

El francés Mahiedine Mekhissi-Benabbad consiguió la medalla de plata, con una marca de 8'10"49 y el también keniata Richard Kipkemboi Mateelong logró el bronce, con registro de 8'11"01.

Kiprop Kipruto, de 23 años, había ganado una medalla de plata hace cuatro años en la misma competición en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

El oro en esa ocasión también había sido ganado por un keniata, Ezekiel Kemboi, lo mismo que el bronce, que fue para Paul Kipsiele Koech.

Hace 24 años que Kenia domina esta prueba. El último atleta no keniata que se impuso en esta prueba fue el polaco Bronislaw Malinowski, que ganó en Moscú 1980.

Kenia estuvo ausente de los Juegos de Moscú, sumándose al boicot de varios países.

Kipruto, campeón olímpico en obstáculos

El campeón mundial Brimin Kipruto regala a Kenia su séptima medalla de oro olímpica consecutiva en 3.000 metros obstáculos, en una carrera que se ha resuelto en el corto tramo comprendido entre el último obstáculo y la meta.

Kipruto ha parado el crono en 8:10.34, anticipándose en la meta al francés de origen argelino Mahiedine Mekhissi y a otro keniano, Richard Kipkemboi Mateelong, mientras que el defensor del título, Ezekiel Kemboi, sólo ha podido ser séptimo.

Kenia, la única superpotencia mundial de la especialidad, había conseguido hasta hoy ocho medallas de oro (incluidas las seis últimas), siete de plata y dos de bronce, y desde Seúl 88 ha copado sin interrupción al menos los dos primeros puestos del podio. En Barcelona'92, los tres.

Ezekiel Kemboi, defensor del título, aspiraba a convertirse en el primer atleta en 72 años que revalidaba su corona desde que lo hizo, en Berlín'36, el finlandés Volmari Iso-Hollo, pero ya en las semifinales había dado muestras de flaqueza.

El primer mil ha discurrido lento, en 2:46.97, al ritmo del sudafricano Ruben Ramolefi. Luego, el sueco Mustafá Mohamed, un atleta de 8:11, se ponía al frente. A tres vueltas le relevaba el estadounidense Anthony Famiglietti y el segundo mil se pasaba en 5:33.

Mohamed estaba en cabeza a 800 del final pero todo se ha decidido en la última vuelta. Pateelong, segundo en la lista mundial del año con 8:07.64, cruzaba primero al toque de campana pero flaqueaba en la recta y se dejaba adelantar por Kipruto e incluso por el francés Mekhissi.

Fuente: Eurosport

Brown, campeona olímpica de disco femenino

La discóbola estadounidense Stephanie Brown Trafton conquistó hoy la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Pekín después de imponerse en la final de disco con un primer lanzamiento que resultó a la postre definitivo para imponerse a la cubana Yarelys Barrios, plata y a Olena Antonova, bronce.

Con este resultado, Brown Trafton logra el mejor resultado de su carrera después de quedar apeada en la calificación en los Juegos Olímpicos de Atenas. La estadounidense, que firmó tres nulos, vio como el regular concurso de Barrios, con cinco lanzamientos por encima de los 60 metros, inquietó su triunfo.

Clasificación:

1. Stephanie Brown Trafton (USA) 64,74 metros.

2. Yarelys Barrios (CUB) 63,64.

3. Olena Antonova (UKR) 62,59.

Fuente: EFE / Eurosport

Jelimo da a Kenia el oro en los 800

Pamela Jelimo, una atleta de 18 años con solo cuatro meses de experiencia en 800 metros, da a Kenia su primera medalla de oro olímpica femenina y marcando un tiempazo de 1:54.87. La keniata ha finalizado por delante de su compatriota Janeth Jepkosgei y de la marroquí Hasna Benhassi.

Las atletas de Kenia nunca habían ganado una medalla de oro en la pista y, de hecho, hasta este año nunca habían estado en una final femenina de 800, una prueba que entró en el programa olímpico en Amsterdam'28.

Con solo cuatro meses de experiencia den la distancia, Jelimo, era la indiscutible favorita en ausencia de la única atleta que ha sido más rápida que ella este año, Yelena Soboleva, que el 18 de julio acreditó en Kazan una marca 1:54.85 y ahora está suspendida, como otras seis rusas, por cometer fraude en un control de dopaje.

Su compatriota Janeth Jepkosgei, actual campeona del mundo, pretendía plantar cara a su joven compatriota, y la mozambiqueña María Mutola, en el año de su despedida, soñaba con estar cerca del podio a sus 35 años y en su quinta final olímpica consecutiva, pero sólo ha obtenido un digno quinto puesto.

Jepkosgei tomaba la cabeza, cubría los 400 en 55.41 y ahí se ha puesto ya delante Jelimo, que se ha ido como una exhalación hacia la meta. Jepkosgei redondeaba el éxito keniano y por detrás Benhassi dejaba sin la medalla de bronce a la rusa Svetlana Klyuka.

Fuente: EFE / Eurosport

domingo, 17 de agosto de 2008

Bolt entra en la historia con oro y récord mundial

El jamaicano Usain Bolt se convierte en campeón olímpico de los 100 metros lisos al arrasar en la final. Bolt además ha mejorado la plusmarca mundial y se reafirma como el hombre más rápido de la historia con una marca de 9.69, tres centésimas inferior al récord que él mismo poseía desde junio.

No hubo duelo con su compatriota Asafa Powell, que volvió a rendirse en el momento supremo. Bolt tampoco necesitó hacer una gran salida. Su brutal aceleración le puso dos metros por delante de todos mediada la carrera y pudo soltar los brazos, relajarse y disfrutar por anticipado de su asombrosa victoria.

Powell volvió a fracasar, todavía más que en los Mundiales de Osaka 2007, donde fue tercero. Hoy ni siquiera subió al podio. El trinitense Richard Thompson (9.89), el estadounidense Walter Dix (9.91) y el antillano Churandy Martina (9.93) se le metieron por delante. Su quinto puesto en 9.95 alarga su fama de perdedor en las grandes citas.

Bolt, Powell y Tyson Gay, los tres atletas más rápidos de la historia, estaban convocados al duelo más esperado de los Juegos Olímpicos, del que se descolgó este último, eliminado en semifinales.

Las semifinales esclarecieron el panorama. Partiendo de tacos en 161 milésimas, Bolt corrió la primera en 9.85 con cara de aburrimiento, como si la cosa no fuera con él. En la segunda, Powell bajó a 9.91 mientras que Gay, relegado a la calle nueve, se despidió con un quinto puesto y una marca insignificante de 10.05.

Bolt y Powell no corrieron la final por calles adyacentes. El primero partió por la cuatro y el segundo por la siete. En medio, el trinitense Richard Thompson y el estadounidense Walter Dix.

La incertidumbre duró treinta metros. A esa altura las doradas zapatillas de Bolt ya marchaban con clara ventaja y en esa situación el jamaicano es actualmente imbatible. Cuando Powell le venció el 22 de julio pasado en Estocolmo fue porque el nuevo prodigio protagonizó una partida desastrosa.

Bolt irá ahora a por los 200

El jamaicano aseguró tras hacerse con el oro que vino a Pekín "a ganar" y que ni siquiera se percató de que había batido el récord del Mundo (9.69) hasta después de dar la vuelta de honor": "Ahora me voy a concentrar en los 200 metros (cuyas series comienzan el lunes). Vine aquí con la preparación bien hecha y voy a hacerlo".

Su compatriota Asafa Powell, que volvió a fracasar en alta competición (sólo fue quinto): "Mis piernas estaban muertas. Usain ha hecho una magnífica carrera y estoy muy feliz por él".

Vili se corona campeona olímpica

En la otra final vespertina, la neozelandesa Valerie Vili, campeona mundial bajo techo este año en Valencia, se proclamó campeona de peso con un lanzamiento de 20,56 ejecutado en el primero de sus seis tiros y con el que batió a las bielorrusas Natalia Mikhnevich (20,28) y Nadzeya Ostapchuk (19,86).

La cubana Mysleidis González se quedó a las puertas del podio con una marca de 19,50.

La final tuvo a 15 mujeres en liza entre quienes no estaba la defensora del título, la cubana Yumileidi Cumbá, que cayó en la calificación.

La calificación de longitud resultó una criba insuperable para especialistas como el italiano Andrew Howe, subcampeón mundial; el estadounidense Miguel Pate o el saudí Mohamed Salman Al Khuwailidi, todos eliminados, y un sobresalto para el campeón del mundo, el panameño Irving Saladino, que se ganó el puesto en un postrero último salto de 8,01 después de dos nulos. El griego Louis Tsatoumas hizo la mejor marca (8,27).

Las semifinales femeninas de 800 confirmaron a las kenianas Pamela Jelimo (1:57.31) y Janeth Jepkosgei (1:57.28) como las mejor colocadas para ocupar los dos primeros puestos del podio, en ausencia de la rusa Yelena Soboleva, la más rápida del mundo este año (1:54.85), suspendida por un presunto fraude en un control de dopaje.

Las dos kenianas dominaron a su antojo sus respectivas series y estarán en la final con la mozambiqueña de 35 años Maria Mutola, en el año de su despedida.

En 400 metros vallas, Estados Unidos aspira a un podio exclusivo en la final, después de haber dominado la penúltima ronda con Angelo Taylor y Bernshawn Jackson, primero y segundo en la primera, y Kerron Clement, ganador de la segunda.

Fuente: A.M.R. / EFE / Eurosport

Tomescu, nueva reina del maratón

La rumana Constantina Tomescu se proclama campeona olímpica de maratón (2:26:44), por delante de la keniata Catherine Ndereba, que se llevó la plata, y de la china Chunxiu Zhou, medalla de bronce. Yesenia Centeno, en el puesto 45, fue la mejor de las tres españolas que disputaron la prueba.

La veterana rumana, de 38 años, encontró el premio estelar a su dilatada carrera y a la valentía mostrada cuando decidió emprender la aventura en solitario antes de la mitad de la prueba.

El día había amanecido gris, al contrario que los dos precedentes, con 23 grados y un porcentaje del 73 por ciento de humedad. Nadie se movió de verdad en la primera mitad de la carrera. Las atletas optaban por administrar reservas y las grandes favoritas tampoco se dejaban ver mucho salvo Radcliffe, aunque distaba mucho de ser la Paula de siempre, y Ndereba, a la que gusta incluso dejarse descolgar.

La británica Liz Yelling fue de las más activas antes y después de caerse en otro barullo, como la animosa Marmorallo Tjoka, de Lesoto, su aventura al frente del grupo finalizó justo después de que el circuito volviera a pasar por Tiananmen (kilómetro 15) por un problema también en el pie derecho.

Fue un medio maratón de desgaste, de ir paulatinamente 'limpiando' el numeroso grupo cabecero, del que no tardaron mucho en quedar atrás las españolas Alessandra Aguilar y María José Pueyo, y en el que tampoco tuvieron mucha presencia otras ilustres como la australiana Benita Johnson o la serbia Olivera Jevtic.

Ante esta situación solamente hacía falta esperar a que alguien perdiera la paciencia y optara por dar realmente el golpe de gracia para romper la prueba. La protagonista fue Tomescu. La rumana aprovechó un tirón inicial de Yelling para cambiar el ritmo de manera brusca e irse de manera irremisible para pasar ya en solitario el medio maratón (1h15:11).

El resto de aspirantes, ya sin la española Yesenia Centeno, que no pudo soportar el duro ritmo, rechazó de entrada el desafío. Aún quedaba mucho y optaron por dejar hacer a la rumana.

En el kilómetro 25, su ventaja era ya de 34 segundos y la diferencia iba en aumento, por lo que Radcliffe decidió asumir de entrada la responsabilidad en el grupo.

Pero la rumana, poderosa en su zancada, quería soñar y hacerse con la corona a los 38 años. No se rendía y ni siquiera el ritmo, ahora sí, de persecución impuesto por las chinas Xhunxiu Zhou y Xiaolin Zhu impedían que por el kilómetro 30 su ventaja fuera ya de 57 segundos.

Radcliffe cedió

Corta de forma, Radcliffe se descolgó del grupo de perseguidoras y aunque trató de resistir con su característico estilo, no pudo estar en la lucha en el momento clave y se descolgó, al contrario que Ndereba, que como siempre estuvo atrás pero que en el momento de la verdad aparecía en el lugar adecuado.

Su compatriota Martha Komu y Ndereba relevaban a las chinas a falta de siete kilómetros, cuando Tomescu, con una zancada amplia y potente y un braceo casi hasta aparatoso, disponía de 1:10 de ventaja en el km.35.

La rumana no acusó el desgaste de la aventura en solitario, y se dirigió al Nido con el poderío del que se sabe ganador, mientras que por detrás la lucha por la plata y el bronce quedó entablada entre las kenianas y las chinas.

Komu llevaba tiempo mostrando señales de gran desgaste y Zhu tampoco pudo aguantar justo antes de la entrada al estadio, con lo que se jugaron las dos medallas restantes Ndereba y Chunxiu Zhou ya en la misma pista.

Fue un esprint sostenido, con cambios de posiciones en el que se impuso Ndereba en los últimos metros para revalidar la plata que había logrado en Atenas, mientras que Tomescu ya celebraba su éxito más importante con el que ponía la guinda a largos años de sacrificio al que le faltaba un gran oro en unos Juegos o unos Mundiales.

Fuente: Eurosport